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Candelita ha sido una muñeca muy popular desde los años 60 aunque su aspecto ha ido variando según la época. Su principal característica es el cuerpo blandito que pita al apretarlo. Esta Candelita se había decolorado de forma desigual, presentaba un color amarillento sobre todo en la cabeza y además había perdido un iris. Mantener los ojos originales es siempre fundamental en las restauraciones pues sin duda es la parte que más identifica a los muñecos. Localizarlo fue por tanto nuestro primer objetivo aunque no fue fácil de conseguir por su particular tonalidad azul grisácea. Tras colocarlo y después de lograr un tono más rosado para el cuerpo y dar unos retoques de color en labios, mejillas y cejas, Candelita es de nuevo una risueña bebé aunque tenga ya más de medio siglo.
Gracias por tan maravilloso trabajo. Fue un regalo de novios de mi padre (que faltó en mayo) a mi madre. A ella le hará muy feliz verla tan nueva y bonita con los recuerdos que le acompañan. Un beso
ResponderEliminarQuerida Luisa, espero que tu regalo sea todo un éxito pues sé con que ilusión nos has enviado a Candelita. Ya nos contarás...
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