El aspecto de esta muñeca era muy bueno, pero su pelo... Es difícil describirlo: encrespado, áspero, enredado y mate. No podíamos cortar porque la parte dañada medía dos centímetros o incluso más en algunos mechones. Lo único que se podía hacer era alisar y alargar lo más posible para luego volver a rizar, tratando de que las puntas encrespadas quedasen menos visibles.
Después limpiamos y corregimos la posición de los ojos porque al cerrarlos se apreciaba que uno de ellos quedaba hundido y torcido. Ya por último retocamos ligeramente una de las cejas para igualarlas en color.
El resultado salta a la vista. Tan nueva que parece recién sacada de la juguetería.
¡Enhorabuena, ha quedado fenomenal! Buen trabajo. Besitos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Es difícil que las imágenes muestren bien el resultado pero en este caso ni siquiera las fotos han podido ocultar el brillo del pelo
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