El principal desperfecto de esta Nancy articulada era el ojo cerrado y fijo aunque con el párpado y las pestañas perfectas. En esas condiciones no es recomendable tratar de abrirlo desde fuera porque podríamos arañar el iris, así que procedimos a desmontar completamente la muñeca para extraer el ojo desde dentro de la cabeza. Como suponíamos se trataba de la cuenca donde se aloja la parte móvil y que presentaba unas burbujas en el plástico muy habituales que impiden bascular al ojo. Una vez sustituida la pieza por otra original de Nancy y tras recuperar el brillo de los iris, sólo restaba retocar los labios en el color elegido por su propietaria, dejando las cejas y resto del vinilo sin tocar por deseo expreso de la misma. Después de cepillar su melena y vestirla para la ocasión Nancy está de nuevo tan bonita y elegante como siempre.