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Mostrando entradas de febrero, 2016

Antes-Después: Sindy de Florido, la muñeca de las mil posturas

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La marca Florido, industria juguetera de gran tradición en España, nos trajo a Sindy, una muñequita maniquí que otras marcas comercializaban ya en Europa. Nuestra Sindy era articulada y en mi opinión la más bonita. Pero tenía un defecto que se acentúa con el  paso del tiempo y es que su bonita melena tiende a resecarse y enmarañarse. Por eso muchas de estas muñecas tienen el pelo cortado por el efecto que sobre él han tenido el agua, el calor (el secador no puede ni acercarse), o simplemente el uso del cepillo. Por eso a esta Sindy, cuyo cuerpo y carita se habían conservado maravillosamente, se le trasplantó el pelo por completo mediante la técnica del reroot y que consiste en implantar pelo por cada uno de los agujeritos de la cabeza, después por supuesto, de haber eliminado por completo el anterior. Es una técnica muy laboriosa y lenta pero sin duda esta muñeca tan bonita se merece este esfuerzo. Por su calidad excepcional se eligió el pelo de una muñeca de los años 70 de

Antes-Después: Mi Bebé, marca bb, años 80

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Tanto la propietaria de esta muñeca como yo estábamos impacientes por ver el cambio, pero hay casos complicados y este ha sido uno de ellos. Todo el vinilo se había oscurecido y amarilleado. Incluso el blanco de los ojos era de un amarillo intenso, no producto del óxido, sino posiblemente de una exposición directa al sol. Sus pestañas estaban incompletas y prácticamente transparentes. El cuerpo de tela estaba descosido en partes, incluso de las piernas y los brazos. El relleno era el original pero había mermado y se había apelmazado. Mostraba también manchas de tinta y de algún otro producto que aún no he podido identificar. También la cabecita tenía restos de pintura por haber estado apoyada en la pared. Pero aún así era una muñeca muy bonita. Tuve que valorar su estado a través de fotos y reconozco que aunque me equivoqué al evaluar la dificultad, sí acerté en las posibilidades que tenía. Ni su propietaria ni yo sabíamos que muñeca era, lo que dificulta siempre la restauración.